NOTA DIVULGATIVA PARA AFILIADOS Y AFILIADAS

Un resumen para entender los riesgos para nuestro trabajo, nuestra salud y nuestra familia
El Poder Ejecutivo presentó en el Congreso un proyecto de reforma laboral (INLEG-2025-136819284-APN-PTE) que modifica más de 200 artículos de la Ley de Contrato de Trabajo, la ley de asociaciones sindicales, los convenios colectivos y varias normas protectorias. Es importante conocer qué dice este proyecto, porque afecta derechos que hoy garantizan estabilidad, salud, salario y dignidad.

Esta nota resume de manera sencilla los principales cambios y por qué nos afectan directamente.

1. El cambio del sistema salarial: lo que hoy es un “piso”, pasa a ser un “techo”.
Hoy la ley dice que el convenio colectivo fija mínimos: nadie puede cobrar menos de lo que establece ese convenio.

La reforma propone que los convenios fijen montos máximos, y que cada empresa pueda pagar por debajo según “su realidad económica” o “productividad”.

¿Qué significa esto en la práctica?
1. Desaparece la garantía mínima que hoy te protege del salario bajo.
2. Los sueldos pueden diferenciarse empresa por empresa, incluso dentro del mismo gremio.
3. Se reemplaza el principio protector por criterios de “productividad individual”, que no son objetivos ni controlables por el trabajador.
En términos jurídicos: se desarma el art. 9 de la LCT, que siempre ordenó aplicar la norma más favorable al trabajador.

2. Se impulsa un modelo de convenios por empresa con menos derechos.
La reforma habilita que cada empresa firme convenios que pueden establecer derechos inferiores a los convenios de actividad.

Esto choca con el principio de prelación de la LCT, que exige que el convenio de empresa solo pueda mejorar el sectorial. Ahora se permitiría lo contrario.

¿Qué significa en la vida real?
1. Un mismo oficio puede tener 10 condiciones laborales distintas según la empresa.
2. Las empresas van a competir bajando derechos para “abaratar costos”.
3. El trabajador pierde la protección de un convenio sectorial uniforme.
Se rompe un principio básico del derecho argentino y de los Convenios 98 y 154 de la OIT: la negociación colectiva se vuelve herramienta de reducción, no de mejora.

3. Eliminación de la ultractividad: el convenio vence y deja de proteger.
Hoy, cuando un convenio vence, sigue vigente hasta que se negocia otro. Es la ultractividad: evita que el trabajador pierda derechos. La reforma deroga la ultractividad.

Consecuencias:
1. Si el convenio vence y no hay acuerdo, se caen derechos fundamentales: adicionales, categorías, licencias, beneficios, etc.
2. La empresa queda habilitada a imponer condiciones nuevas desde cero.
3. El sindicato pierde poder negociador.
Este es uno de los cambios más graves porque afecta la columna vertebral de la negociación colectiva.

4. Nueva modalidad de indemnización y fondos de cese.
El proyecto reemplaza la indemnización tradicional por sistemas alternativos, como fondos de cese similares al de la construcción, pero sin garantizar compensación equivalente ni financiamiento adecuado.

Lo que implica:
1. Despidos más baratos para el empleador.
2. Menor estabilidad para el trabajador.
3. Transferencia del riesgo económico desde la empresa hacia la persona trabajadora.
Esto es incompatible con el principio constitucional de protección contra el despido arbitrario (art. 14 bis).

5. Eliminación o reducción de sanciones por trabajo no registrado.
La reforma reduce o elimina las multas a empresas que no registran correctamente al personal.

1. Registrar deja de ser obligatorio en términos económicos.
2. Aumenta la informalidad y se debilita la seguridad social.
3. Bajará la recaudación que sostiene jubilaciones, obras sociales y ART.
Cuando se quitan sanciones, crece la precarización, porque no hay motivo económico para cumplir.

6. Aportes sindicales voluntarios: desfinanciamiento estructural.
El proyecto exige consentimiento individual para cualquier aporte sindical, incluso los que hoy surgen de convenios colectivos.

Riesgos:
1. Se desfinancia al sindicato, lo que debilita la defensa colectiva.
2. Pierden fuerza las negociaciones salariales y las inspecciones de seguridad e higiene.
3. Se traslada a cada trabajador la responsabilidad de sostener —o no— la estructura que negocia sus derechos.
Este punto afecta directamente la capacidad de cada gremio de defender a sus afiliados.

7. Restricciones a delegados y delegadas.
El proyecto limita funciones, garantías e intervenciones de la representación en el lugar de trabajo.

Esto implica:
1. Menos protección frente a arbitrariedades.
2. Menos controles sobre condiciones de salud y seguridad.
3. Mayor exposición a presiones individuales.
Es el retroceso del derecho de libertad sindical garantizado por el Convenio 87 de la OIT.

8. Exclusión de actividades completas del régimen general.
La reforma prevé regímenes diferenciados que excluyen a varios grupos del sistema tradicional:
1. Trabajadores de casas particulares
2. Rurales
3. Cuidadores
4. Repartidores y conductores de apps.

La ley deja de tratar a todos los trabajadores como sujetos de derechos equiparables.

¿Qué significa todo esto para nosotros?
No es una discusión técnica. Es nuestra vida cotidiana.Si esta reforma se aprueba:

1. El salario será menos seguro.
2. El trabajo será menos estable.
3. Los derechos dependerán de cada empresa.
4. La protección sindical será menor.
5. La seguridad social se debilitará.
6. Aumentará la desigualdad entre trabajadores.

El derecho laboral nació para equilibrar fuerzas.
Esta reforma, tal como fue presentada, vuelve a poner al trabajador solo frente al empleador, sin las herramientas colectivas ni jurídicas que nos permitieron construir una vida con dignidad.

¿Por qué movilizarnos?
Nos movilizamos en defensa propia, para proteger nuestro salario, nuestra estabilidad y nuestra salud.

Nos movilizamos por memoria, porque cada derecho que hoy existe fue conquistado por quienes lucharon antes.

Nos movilizamos por solidaridad, porque lo que hoy defendemos para nosotros también lo defendemos para quienes están en la informalidad, para quienes no tienen empleo y para las generaciones que vienen.

Nos movilizamos por futuro, para asegurar que el trabajo siga siendo una herramienta de progreso, no un espacio de precariedad.